«Más allá de lo ficticio que proyectamos, existe una realidad que ocultamos» Anónimo
Igual que la música no existiría sin el silencio, la escultura tampoco lo haría sin el vacío. La fotografía de una manera u otra, está ligada a un concepto contrapuesto con el propio medio fotográfico: lo invisible.
Cuando fotografiamos tratamos de hacernos invisibles, como un buen actor que señala a la luna y el espectador no detiene la mirada en su dedo. Fotografiar no tanto lo que permanece oculto, sino la naturaleza de lo oculto. La sustancia de lo imaginario. ¿Qué parte de lo que llamamos real no es en realidad una imagen dentro de nosotros mismos?
Cuando se fotografía, no se parte de un lienzo en blanco para representar el mundo, se parte de lo contrario. Seleccionamos una pequeñísima parte del caos que nos rodea, encuadramos, hacemos clic y la hacemos propia. Una mentira verosímil, una trampa.